¿Sabías que los tomates repelen a los imanes?
Muchos son los objetos que repelen débilmente los imanes, pero ¿sabías que los tomates repelen a los imanes? Aquí te contamos más datos.
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Los imanes son objetos con un gran magnetismo capaz de atraer a sí mismo o de ser atraído hacia un imán o cualquier otro metal ferromagnético. Se trata de un elemento con propiedades ferromagnéticas, naturales o artificiales, el cual genera un campo magnético ininterrumpido a su alrededor. Aunque los imanes atraen muchos elementos metálicos, también pueden repelerse entre sí. Incluso, existen muchos objetos cotidianos, así como alimentos, que son repelidos. ¿Sabías que los tomates que repelen a los imanes, por ejemplo?
Las razones por la que los tomates repelen a los imanes
Por más extraño que parezca, el tomate es uno de esos objetos que reaccionan frente al imán, tratando de huir de él. Para comprender el por qué los tomates se ven repelidos por los imanes, es necesario explorar los conceptos de paramagnetismo y diamagnetismo.
Los elementos paramagnéticos
En términos generales, existen dos tipos de materiales: los que son atraídos y los que son repelidos por imanes. Los materiales que se ven atraídos se llaman paramagnéticos, y el origen de dicha atracción están en los electrones, los cuales poseen una propiedad, llamada spin, que hace que cada electrón actúe como un imán diminuto por un campo magnético que tiempo un polo norte y un polo sur.
Los electrones están repartidos por pares en la órbita que rodea los átomos, y cada uno tiene un spin opuesto. Debido a ello, el campo magnético de un electrón contrarresta el opuesto y, por tanto, la pareja de electrones del orbital no refleja ningún magnetismo.
Ahora bien, cuando un orbital posee solo uno de los electrones, su campo magnético no es contrarrestado, y este puede interactuar con un campo magnético externo cercano. Esta es la razón por la que los materiales paramagnéticos como, el hierro o el níquel se ven atraídos hacia los imanes.
Los elementos diamagnéticos
Los materiales que, por el contrario, se ven repelidos por los imanes se llaman diamagnéticos. Esta repulsión no ocurre por el fenómeno de la inducción electromagnética, sino por el comportamiento de sus electrones.
Los electrones de un átomo actúan como cargas eléctricas pequeñas en constante movimiento y cuando interactúan con un campo magnético externo, generan su propio campo magnético con la polaridad opuesta y, por tanto, se ven repelidos por el imán. Esto significa que todos los elementos son diamagnéticos porque todos son repelidos por los imanes, en mayor o menor medida, por el hecho de contener electrones. Un buen ejemplo es el bismuto y el silicio.
¿Cuál es la sustancia que hace que los tomates sean repelidos por los imanes?
Los tomates son, desde luego, diamagnéticos ¿La razón? Están llenos de agua. Las moléculas de agua están constituidas por dos átomos de hidrógeno, que son diamagnéticos, y uno de oxígeno, que es paramagnético.
En principio, las moléculas de agua no deberían verse atraídas, ni repelidas por un imán, pero, la verdad es que, tanto el diamagnetismo como el paramagnetismo depende de cómo estén distribuidos los electrones en un sistema.
En términos generales, rara vez es posible notar las propiedades diamagnéticas y paramagnéticas (o ferromagnéticas) de los objetos que están en el entorno porque se tratan de fenómenos muy débiles, que solo se pueden manifestar en condiciones específicas.
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